Hay veces que siento que tengo un nudo en la garganta.
El mismo nudo que se siente cuando uno se emociona, cuando esta a punto de llorar, cuando esta colmado de rabia y trata de no dejarla escapar. O el que sentimos cuando simplemente, nos da tal ataque de risa que creemos que nos falla la garganta, al no poder respirar.
Hubo una vez un hombre que me enredaba los sentimientos y los hacia una bolita tras mi nuez, provocando todos y cada uno de estos nudos. Uno a uno, de dos en dos, ¡O todos juntos, a veces!
Yo conseguía desvanecer estos nudos de la siguiente manera:
Me sentaba frente a un folio en blanco, me concentraba mucho. Despegaba los labios y dejaba escapar un suspiro, que abrazando este nudo, lo transformaba en palabras, que sin pasar por mi mente, se lanzaban a mis manos, forzándome a escribir.
A esto, y no a otra cosa, es a lo que yo llamaba mi "inspiración" así llegué a escribir verdaderas "obras de arte", mas ahora estoy desganada.
la falta de un hombre como ese ha echo languidecer mis deseos, hasta casi disiparlos.
Así que me encuentro en una situación, en que me siento a ratos impotente. no consigo componer una frase con dos palabras inconexas, no consigo inventar la relación que puede unirlas en un mundo paralelo, y me he dado cuenta, de que el coco, no va a venir si no me como las verduras, el hombre del saco, no me va a secuestrar si no voy de la mano de mi padre, y aunque vea una mariposa blanca, no recibiré una carta suya.
A la espera de que me enreden las palpitaciones, aguardo.
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