Siempre me he considerado una chica fuerte, con el caracter suficiente como para hacer lo que me apetezca en cada momento, dejando atrás todo prejuicio o vergüenza.
Anoche tuve un sueño extraño.
Estaba en el colegio. Salía del vestuario, direccion al aparcamiento, era la hora de irse.
No habia nadie, nadie mas que yo, sin embargo, habia mucho ruido.
Pasaba ya por delante de las dos puertas transparentes de mi edificio, y gire la cabeza, como si buscara algo.
Si seguia caminando, le perdería de vista en 7 metros, lo que para el, eran aun 10, y no me detuve.
Podría haberlo hecho. Podría haberme parado, y haberle saludado, pero no me detuve. No habia un alma, no tenia prisa, y aun nadie me esperaba en el aparcamiento, pero no me detuve.
Así que seguí caminando, 3 metros por delante de el, a su ritmo, y en su misma direccion.
Cuando llege abajo, ya habia mas gente, los padres recogían a sus hijos, los profesores se despedían con pesados "hasta mañana a las 9, traeme las fotocopias", y yo frené y gire sobre mi misma para ver al que me habia observado desde atras todo el trayecto.
Me devolvió la mirada y me guiñó un ojo. alzó la mano izquierda y me saludo con ella, mientras con la otra sostenía la cintura de otra chica, morena, pálida y de ojos claros. una chica guapísima, a la que yo no habia visto en mi vida.
Me quede inmovil, en medio del camino, viendo como se subian juntos al autobus, y el coche arrancaba, y, pasaban uno detras de otro por encima mio todos los vehículos cargados de alumnos. Sin embargo yo lo veía todo desde fuera, como si aun estuviese apoyada contra la valla del parking, pero sintiendome aplastada una y otra vez.
El caso es que sigo siendo así. Le veo todos los dias, en todos los recreos, en muchos cambios de clase y en algun que otro pasillo. Podría saludarle, robarle un guiño, o simplemente soltar un: Hola!
Pero me limito a seguirle con la mirada sin decir ni hacer nada, mas que portar una discreta sonrisa, casi invisible, al más puro estilo Amelie.
Debo de ser imbécil.
Pero en fín, hoy solo quería hacer una reflexion personal,
Debería deshacer el nudo de esa cuerda que me ata al mastil. Estoy segura que al dar dos pasos, otro me quitará la mordaza y pudiendo hablar, correr, cantar o saltar, podre sacar mi espada y acabar con todos esos piratas que me mantienen presa. Les dejare a todos indefensos y me haré con el tesoro.
Un obstaculo menos, dos pasos mas, y un beso robado.
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