Hoy ha sonado una cancion cerca mío.
Yo, Tumbada entre almohadones me he dejado mecer en su melodía.
Frase tras frase han penetrado en mi corazon y he notado mi interior hundirse en lo más profundo, a pesar de que mi cuerpo permanecía inmóvil.
una tras otra, Las desgarradas armonías, convirtieron cada golpe de compás, en un impulso que me puso la piel de gallina.
Es emoción, es placer, es admirar a esa gente a la que debemos nuestras lágrimas.
Es notar cada nota en mi garganta, apretar los puños, y dejar que otra mujer convierta en belleza lo que yo deseo decir.
Y dejar que sean mis ojos los que brillen por ella, que brillen más que e firmamento, pues con cada destello te doy las gracias, Oh, música... consigues levantarme y hacerme soñar con los pies.
una última armonía hizo descender el ritmo, ritardo lo llaman?
me dejé caer entre nubes, cerrando los ojos humedos del mas puro placer y devocion.
Estos momentos me hacen pensar en "la llorera", era un término que usaba mucho mi tio abuelo, y por consiguiente si ahijada, mi madre quien me lo repite cada vez que la sorprendo emocionada.
Recuerdo cuando un día, allá en el sur de España encontré a mi tio paco sentado en un sofá, con las piernas cruzadas y los dedos indice y pulgar apretando la parte mas superior del tabique se su nariz, tratando de esconder sus ojos, tras esa arrugada mano.
Yo expectante le observaba preocupada desde la inocencia de una niña de 6 años:
-Tito, te pasa algo?
-Nada mi alma, es la llorera, cariño, la llorera.- Me repetía sonriendo, mientras convertía en lágrimas la emocion gitana.
Y haber heredado esa emocion, y poderla interpretar con tantos estilos diferentes, es para mí un privilegio, que me encantaría compartir.
Gracias Música, por todos estos momentos.
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